Las edades con las que pueden comenzar esta fase de guardería son muy dispares, ya que se mezclan tanto niños que están comenzando a caminar como niños de dos o, incluso, tres años. Al comprar zapatos de bebé se debe buscar comodidad y calidad, teniendo en cuenta también que la puntera y el dorso sean resistentes porque los van a rozar mucho. Además, es fundamental que presenten buena sujeción y que el cierre sea fácil si ya están en edad de aprender a vestirse solitos. Además, los pies de los niños crecen muy rápido, por lo que hay que estar atentos para que no se les queden pequeños. Además, por este mismo motivo, será un proceso de compra que tendremos que repetir muy a menudo.
La talla
Aunque pueda parecer un punto evidente, es fundamental. En muchas ocasiones se decide escoger una talla ligeramente más grande pensando que cuando crezca le estará estupendo. Sin embargo, esta práctica puede provocar serias rozaduras e irritaciones en la piel, además de influir muy seriamente en la forma de andar que desarrollará el niño y que perdurará toda la vida. Al ser un zapato que va a utilizar muchas horas al día, es fundamental asegurar que la talla sea la correcta, dándole prioridad por encima del diseño.
Lo más recomendable es que se los pruebe por la tarde, ya que tras la jornada el pie está más hinchado y se asemeja a lo que necesitara para estar cómodo con su uso durante todo el día. Además, es importante acudir a la zapatería con los calcetines habituales, ya que, si se lo prueba con medias, descalzo o algún tejido más deslizante, el efecto no será el mismo con los calcetines que acostumbre a llevar. Cuando se ponga el zapato, se puede comprobar que dejando el calzado abierto hay un margen de un dedo, el espacio suficiente para garantizar la movilidad.
Materiales
El modelo debe cubrir ciertos estándares para asegurar la comodidad y el diseño indicados para cuidar de los piececitos de los peques. Para empezar, una característica importante es el tejido o material principal del zapato, ya que lo ideal es que sean de piel, sobre todo en forros y planta, ya que así se asegura que transpire. Además, es recomendable que la suela sea de goma porque es adherente y puede evitar caídas innecesarias. Además, debe ser flexible para facilitar la andada. Hay que prestar atención a la zona del talón, para asegurar que esté bien armado y ayude al niño a pisar de forma correcta.
Diseño
El diseño del zapato nos permite bastantes opciones, ya que se pueden escoger zapatillas, botas o zapatos, siempre que sean blandos, ligeros y flexibles. Obviamente es mejor evitar las botas altas o los zapatos para vestir en ocasiones elegantes, pero tampoco se puede abusar de las deportivas que deberían dedicarse a actividades deportivas. Una recomendación adicional es escoger cierres de velcro porque les ayudarán a ganar autonomía aprendiendo fácilmente a ponerse los zapatos y son un sistema de sujeción muy efectivo.
Nuevos
Lógicamente, los zapatos deberían ser nuevos a estrenar por el niño, ya que si son heredados afectaran a su pie o andada. Cada persona tiene un pie y una pisada distinta por lo que los zapatos deben ser específicos para cada uno.
