Sin embargo, no es recomendable para los zapatos, ya que pueden estropearse. Por este motivo, es fundamental tratar de evitarlo. Cuando no queda más remedio que utilizar la lavadora, es mejor seguir ciertos pasos que aseguren el mejor trato posible.
Al comprar los zapatos podemos fijarnos en su etiqueta. En ella aparecerá si es posible lavarlos de esta forma. Normalmente, siempre se aconseja no limpiarlos así, incluso cuando sí que se puede. Sin embargo, también hay muchos casos en los que el material impide que se puedan lavar de esta forma. Por ejemplo, cuando están formados por gamuza, cuero o ante. En estos casos la única posibilidad es lavarlo con un cepillo o, en todo caso, con un trapo mojado en agua y jabón.
Hoy repasamos los 5 pasos fundamentales para que el método mas eficaz no destroce nuestro calzado. Aprenderemos como lavar zapatillas en lavadora cuidando cada detalle para obtener el mejor resultado. Es muy recomendable seguir estas indicaciones para asegurar que nuestros zapatos duren el máximo tiempo posible.
Quitar cordones y plantillas:
Estos elementos son más débiles y se pueden estropear con mucha facilidad. Por eso, si queremos lavarlos en la lavadora, es recomendable separarlos del zapato. Lo ideal es lavar a mano los cordones, pero también se pueden introducir en una bolsa de rejilla. Es la mejor forma de cuidarlos en la lavadora. Las plantillas deberían lavarse siempre a mano. En la lavadora seguramente se estropeen o deformen. Lo ideal es utilizar bicarbonato para eliminar los olores. Además, recuerda que estas partes pueden ser sustituidas en cuanto presenten malas condiciones.
Quitar los restos de suciedad:
Antes de lavar zapatillas en lavadora de debe eliminar la suciedad exterior sobrante. Si se han manchado en barro o polvo, es mejor dejar que se seque. Después se puede sacudir fácilmente. Para hacerlo bastará con golpear un zapato contra el otro. Sin embargo, también son muy útiles los cepillos con púas gruesas. Un pequeño consejo para eliminar los residuos más pequeños e incrustados es utilizar un cepillo de dientes viejo. Con el se puede frotar cada zona de manera sencilla.
Introducir las zapatillas en una bolsa:
Para proteger el calzado lo ideal es utilizar una bolsa especial. Existen bolsas de lavadora de todos los tamaños. Están compuesta por una malla o rejilla y protegen la prenda durante el lavado. Son ideales para proteger el zapato y asegurar que los daños sean los menores posibles. En caso de no disponer de esta clase de elementos, se puede utilizar una funda de almohada. Sin embargo, este es un remedio en caso de urgencia. Lo ideal es disponer de una bolsa de lavadora en la que quepan los zapatos sin problema.
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Programa de lavado:
Este es un punto fundamental. Lavar tenis en la lavadora es posible, pero con un programa poco adecuado destrozaremos el zapato. Por lo general es recomendable que el lavado se realice con agua fría. Además, debe ser un programa corto y, preferiblemente, sin centrifugado. Evitar que se golpeen de forma continua es la clave para conservarlas en buenas condiciones.
Secado:
El ultimo punto, pero no por ello menos importante, es el secado. Si ponemos las zapatillas cerca de alguna fuente de calor para intentar que se sequen antes podemos estropearlas. Los zapatos tienen pegamento y en estas condiciones algunas partes se despegarían. Por eso, lo ideal es que se sequen al aire libre. Sin embargo, también hay que evitar la luz directa del sol. Esto podría afectar al color y llegar, incluso, a desteñirlas.
