Son una opción muy versátil y práctica, tanto para lucirlas los últimos días de colegio como para disfrutarlas a lo largo del verano. Sin embargo, es una clase de calzado que tiende a ensuciarse con mucha facilidad debido a su tejido y con el peligro extra de ser niños quienes las van a llevar puestas. Por ese motivo, antes de decidirte a comprar zapatillas de lona para el niño, asegúrate de saber limpiarlas correctamente para que duren más tiempo y estén siempre impolutas.
El principal problema de limpiar zapatillas de tela infantiles es que los niños van a volver a ensuciarlas en seguida, por lo que hay que armarse de paciencia y procurar enseñarles a ser cuidadosos. Es un material que puede mancharse con cualquier clase de roce y que absorbe cualquier líquido que caiga sobre él, dejando marca. Además, los peques son muy activos y es casi inevitable evitar que las ensucien. Sin embargo, existen una gran cantidad de trucos con los que asegurar que luzcan igual de radiantes que el primer día sin demasiados esfuerzos.
Existen varias opciones sobre cómo limpiar zapatillas de lona, pero cada una tiene sus ventajas y sus desventajas. Por este motivo, vamos a analizar algunas de las posibilidades con sus consecuencias y explicar trucos para garantizar los mejores resultados. De esta forma, cada uno podrá escoger el método que le resulte más cómodo, útil o ventajoso según cada caso.
Lavadora
Limpiar esta clase de calzado en la lavadora es posible. Sin ninguna duda es la opción más cómoda y práctica, por eso es el método preferido para muchos. De esta manera se consigue limpiar las zapatillas de forma muy efectiva, pero también hay que tener en cuenta que se pueden dañar. Es una técnica bastante agresiva para el zapato, especialmente cuando tienen forros de piel o suelas pegadas, ya que en muchos casos se separa un material de otro, es decir, no resisten a la lavadora. Otro factor a tener en cuenta es el color, ya que pueden desteñir, por lo que se debe cuidar el no mezclar lonas de diferentes colores. También hay que tener en cuenta que, aunque salgan muy limpias y aparentemente queden bien, también están perdiendo la belleza y el brillo de la zona exterior. Si, a pesar de estas desventajas, te decantas por esta opción, lo ideal es utilizar un programa de lavado corto y con un centrifugado suave para evitar daños mayores.
Lavado en seco
Esta opción no conseguirá que queden impolutas, pero sí que las arreglará ligeramente en caso de urgencia. Consiste e sacudir los zapatos para eliminar los restos de barro, arena, etc. de las suelas y cepillar el calzado con un cepillo de cerdas, de forma que se arrastre el polvo y la suciedad. Una técnica que conviene conocer al comprar zapatillas de lona para niña o niño, ya que puede ser el cuidado diario perfecto para asegurar su limpieza.
Lavado a mano
El primer paso es quitar los cordones, en caso de que los tuvieran, para lavarlos por separado. Lo ideal es utilizar un cepillo para asegurar que se pueda frotar toda la zapatilla, sobre todo en las zonas con más marcas. Se puede utilizar agua y jabón neutro o detergente suave para su lavado, aunque en muchos casos se le aplica bicarbonato para asegurar la limpieza total. Es importante aclarar bien el zapato para que no queden restos de jabón y asegurar su correcto secado. Sin embargo, se debe evitar que se calienten al sol, ya que esto puede dañar las suelas. Un buen truco es rellenar las zapatillas con papel durante su secado, ya que de esta forma se conserva mejor su forma.
