Comprar el calzado más grande
Lo ponemos el primero porque es el error más grave y el que primero cometemos. Deberemos ser conscientes de que los pies del niño están en continuo crecimiento, pero no por ello comprar una talla más con la finalidad de que les dure más. El pie debe quedar en su sitio tanto en el talón como el arco de los dedos, para que el pie quede sujeto y no baile o se salga continuamente. El margen correcto es la medida de un dedo nuestro entre el talón del niño y el zapato infantil, medido con el zapato abierto.
Heredar los zapatos de otros hermanos
El uso de unos zapatos “heredados” tienen consecuencias que van desde deformidades hasta sobrecargas o acortamientos musculares, dolor o dermatitis causada por los materiales sintéticos del interior de los zapatos. La pisada de cada persona es diferente y compartir calzado distorsiona la misma en zapatos de niño y niña.
Reutilizar calzado de la temporada pasada
Si tenemos en cuenta el crecimiento del pie, reutilizar el calzado de la temporada pasada ya no es factible. Pero deberemos mirar también desgaste del mismo, etc.
Los cierres del calzado infantil suelen sufrir mucho, cambiarlos sería una opción económica si no fuera porque está igual de desgastado que el resto del zapato.
Comprar calzado mirando solo el precio
El resultado más obvio es que va a durar más bien poco. El precio no te asegura que sea mejor, por ello en Pequeña Huella te queremos recomendar que mires ante todo los productos de los que está hecho. La elección del calzado más acorde para tu hijo o hija se encontrará en unos zapatos de niño de materiales flexibles en empeine y antideslizantes en la suela.
Flexibilidad en la zona de los dedos, proteger no comprimir y suficientemente ancho para permitir el movimiento completo de la articulación del tobillo sin limitar la movilidad del pie ni su desarrollo natural.
Comprar un único calzado para varias actividades o por temporada
Si únicamente tienen un par por temporada no podremos evitar que lo lleven todos los días y sabemos que la vida de nuestros pequeños tiene que tener libertad, en el parque, en el cole, los fines de semana, etc. Es conveniente alternar con dos pares ya no sólo por el desgaste sino por el sudor, las lluvias, los hongos, etc. El alternar también nos sirve para evitar el mal desarrollo o formación de la planta del pie.
Los zapatos de niña y niño podrán durar de 4 meses en adelante controlando la talla adecuada y los materiales elegidos.
No comprar el calzado a última hora de la tarde
Si compramos el calzado a primera hora de la mañana el pie no se ha distendido, probaremos a comprar el calzado por la tarde y con calcetines siempre, de esta forma podremos saber con precisión la talla exacta del pie de los zapatos de niño y niña.
Olvidarse del calzado de andar por casa
Comprar las zapatillas de andar por casa de cualquier manera, oferta y materiales no es la opción más recomendable, no tendrán la sujeción precisa obligando al pie a hacer más movimientos para equilibrarse, sin una suela correcta podrán tener accidentes y sin un forro lavable nos arriesgamos a hongos, etc.
Calcetines también con el calzado de verano
Los calcetines hacen falta en verano y en invierno, no con chanclas, pero hacen falta. Es un error pensar que vamos a pasar menos calor, el sudor se adhiere a los zapatos que no son transpirables y tendremos que lavar más a menudo.
