Cómo evitar las rozaduras en los pies | Los mejores consejos

Las rozaduras duelen mucho. Es por eso que esta lesión puede impedirnos, o al menos ponernos dificultades, para el ejercicio de determinadas actividades. Correr, e incluso caminar, pueden resultar enormemente complicado con semejante dolor en los pies. Un dolor que, por otra parte, suele tener como origen la fricción continua de la piel del pie contra el calzado. Especialmente cuando el calzado es nuevo. Te contamos cómo afrontarlo.
Elegir bien el calzado
El primer paso preventivo para ahorrarse una rozadura es elegir bien el calzado. Esto implica, en primer lugar, tomarse el tiempo necesario para elegir la talla adecuada. No en vano, una talla inadecuada será la primera causa de rozadura. En segundo lugar, elegir bien cada calzado para cada actividad. Elegir, por ejemplo, calzado no deportivo para hacer deporte aumenta mucho la probabilidad de sufrir una rozadura. Del mismo, y para evitar rozaduras, es aconsejable no estrenar calzado cuando hay que caminar mucho. En esos casos lo mejor es un calzado al que ya estamos hechos. Elegir bien el calzado nos ayudará a evitar muchos problemas en los pies.
Elegir bien los calcetines
Tan importante como el calzado son los calcetines a la hora de evitar rozaduras en los pies. Después de todo, estas prendas pueden ayudarnos muchísimo a la hora de amortiguar la fricción entre pie y calzado. Especialmente cuando los calcetines están fabricados con materiales sin costuras. Esto disminuye la dureza del roce, clave en el desarrollo de estas molestas lesiones. No importa que sea verano y haga calor, nunca es buena idea salir a correr sin calcetines. Ni siquiera salir a caminar sin calcetines. Son una barrera excelente contra los zapatos.
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Crema hidratante
La hidratación, al igual que la transpiración, es una gran aliada en nuestra batalla contra las rozaduras. El calzado que nos provoca más lesiones de este tipo suele ser el calzado duro. Zapatos de trajes, por ejemplo. La fricción constante de esos materiales tan consistentes con nuestra piel favorece la aparición de rozaduras en los pies. Es por eso que una buena hidratación puede ayudarnos muchísimo. Para ello, basta con extender un poquito de crema hidratante en el interior y en los bordes del zapato. Gracias a esto la fricción será mucho menos agresiva, además de permitirnos tener los pies hidratados.
Usarlos en casa
Es bastante frecuente que nos compremos un calzado y lo dejemos abandonado en el armario hasta el día que vamos a usarlo. Parece lógico, sí. Pero esto es una invitación enorme a las rozaduras para que aparezcan en tus pies. En estos casos, lo más recomendable contra las rozaduras de zapatos es testearlos antes en casa. En concreto, ponérselos para caminar durante pequeños periodos de tiempo de habitación en habitación. De esta manera, conseguiremos que los zapatos cedan su forma de fábrica para adaptarse a nuestros pies. Esto es especialmente útil ante un calzado duro que cuesta deformar. En el momento de ponérnoslo por primera vez en la calle ya tendremos mucho ganado.
Contra rozaduras ya formadas
Todos los consejos anteriores estaban enfocados a la prevención. Y tiene sentido: es mucho mejor tomar medidas para evitar que aparezcan rozaduras en el talón o rozaduras entre los dedos que tomar medidas para curarlas una vez han aparecido. Pero a veces, por más medidas preventivas que tomemos, aparecen igualmente. En esos casos, lo más recomendable es lavar la zona con jabón y aclarar con abundante agua tibia. Tras dejarla secar, deberíamos aplicar en la rozadura aloe vera, vinagre de manzana o alguna pomada especializada que vendan en la farmacia. Y para acabar, nos ponemos una tirita o gasa antiadherente. Pronto la rozadura será cosa del pasado.